Semanas pasadas hablábamos de la Agualeja de Aledo y decíamos que era conocida como la Petra murciana. En esta ocasión hemos ido al río Chícamo, que se encuentra también en una localidad murciana; Abanilla, conocida en este caso como la Palestina murciana, por lo que por estos topónimos tan simpáticos no hay que ser muy suspicaz para llegar a la conclusión de que en Murcia llover llueve poco.
El río nace de un manantial subterráneo, lo que se nota porque la temperatura del agua es bastante agradable y en sus aguas se puede encontrar el Fartet, un pez protegido que se mueve con bastante rapidez. Hay bastantes por lo que se pueden ver muy bien, aunque su color marrón hace que se mimeticen con el medio. También pudimos ver una carpa roja que destacaba en una laguna y que algún desaprensivo o mal entendedor del amor por los animales habrá soltado y que en el mejor de los casos se comerá los huevos, competirá por el alimento o trasmitirá enfermedades a los peces autóctonos, amenazando la población del Fartet protegido, por lo que dimos aviso a medio ambiente.
La ruta es muy asequible y se puede hacer incluso en familia, aunque hay que mojarse, ya que de los paisajes áridos de cañas y palmeras se pasa a un barranco estrecho con pozas y vegetación de ribera donde el paso natural lo marca el río, que al ser poco profundo no presenta mayor problema.
En este enlace dejo todas las fotos.
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Cayetano (sábado, 02 agosto 2014 14:27)
Buen reportaje Jorge.