El pasado fin de semana pudimos disfrutar de los paisajes que rodean Laujar de Andarax. Ya había estado por allí en más de una ocasión, pero siempre apetece volver a ese entorno de las Alpujarras Almerienses y más por una buena causa. En esta ocasión como en tantas otras, correré con Javier, con el que a final de mes también haré la Gran Vuelta al valle del Genal.
La carrera empieza en subida, que hicimos a ritmo constante, aunque a la altura del primer avituallamiento en el km 5, mi compañero sintió unas molestias en la rodilla que incluso le llevaron a plantearse la retirada. Bajamos el ritmo y con la ayuda farmacológica de otro corredor remitieron. Después viene una bajada hasta casi el segundo avituallamiento, seguida de otra subida hasta el tercero. Finalmente esperan 10 km de bajada a meta, que hicimos rápidos, hasta que a falta de 2 km Javier volvió a sentir molestias y tuvimos que hacer un alto en el camino. Después de parar un rato retomamos la carrera, porque con el pueblo a la vista ya no nos planteábamos la retirada.
Una carrera de las que me gustan, con montaña y desnivel pero corrible, con lugares con encanto. A destacar la senda de la hidroeléctrica con sus túneles y por supuesto el trabajo de los voluntarios y todos los héroes que se dieron cita para apoyar un estudio para este tipo de distrofia muscular.