Son ya varias las ediciones que he hecho de esta carrera... que yo recuerde ya van cinco. Es una carrera a la que me gusta acudir porque La Sagra tiene algo especial, es una montaña que se eleva en solitario hasta los 2.383 metros y sus vertientes dan para muchas rutas con distintas posibilidades.
Este año se ha disputado en su exigente trazado de 30 km y casi 2.200 m+, la 5ª prueba de la Copa de España de Carreras por Montaña en Línea FEDME. La Sagra ha sido una carrera con muchos cambios desde su primera edición en 2016, incluyendo algún año en barbecho. En 2010 fue puntuable para las Skyrunner World Series ISF (Copa del Mundo) y entre 2014 y 2017 tuvo formato de maratón.
Para mi gusto este año he visto demasiados corredores. El que haya ido creciendo el número de dorsales con respecto a las primeras ediciones es señal de que se han hecho bien las cosas a nivel de organización y la gente ha respondido, pero ayer no pude escoger libremente mi ritmo más o menos hasta el segundo avituallamiento en el km 10 (lo que en una carrera de 30 km me parece mucho).
500 dorsales no es que sean de por sí excesivos (hace dos semanas en Zegama que tiene el mismo número de participantes no tuve ningún problema), lo que pasa es que las sendas en La Sagra son lo que son y dan para ir en fila india. Además cuando parece que se han solucionado los tapones, al ir acercándote a cima, te encuentras con la cola de los corredores de las distancias menores, entre los que se incluyen senderistas y vuelves a tener que lidiar con los correspondientes adelantamientos en estrechas sendas con mucho desnivel.
También hubo un problema con el agua en el avituallamiento del collado de las víboras, desde el que se ataca la cima, aunque había isotónico, menos mal que no hizo uno de esos días de calor que acostumbra a regalarnos el mes de junio. La organización ante la dificultad del acceso improvisó un poco más abajo un avituallamiento con refuerzo de agua para el descenso.
Por lo demás todo estuvo muy bien organizado, con gran ambiente en la meta de Los Collados. El corredor granadino Jacob Gutiérrez fue profeta en su tierra y se alzó con la victoria. En categoría femenina ganó Mireia Pons.