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Te diría la típica frase hecha... descansa en paz, pero esa no era tu filosofía en vida, así que prefiero despedirme con un hasta siempre, porque esa es la huella que nos has dejado... la de la eternidad.
Siempre recordaremos a un hombre sencillo haciendo cosas increíbles, su mérito no era ser el más rápido, sino el más auténtico, genuino por méritos propios. En la era del internet de las cosas, del postureo de las redes sociales con Instagram a la cabeza, de tecnología punta en materiales a base de fibra de carbono, grafeno y suplementos nutricionales bio a base de alimentos funcionales, mi generación ha tenido la suerte de contar en el pelotón con un señor mayor en toda la extensión de las palabras señor y mayor.
Pasar a su lado en un carrera con mis zapatillas Saucony Xodus, mi reloj gps Garmin 935, mi ropa de RaidLight, mis bastones Black Diamond, mi mochila Ultimate Direction repleta de geles, sales, etc... y ver a Paco de casi ochenta años, con sus pantalones de trabajo atados con una cuerda, camisa de manga corta, mochila y gorra de mercadillo y un par de varas de madera como bastones, te quitaban la tontería en un momento.
He podido compartir carrera con los grandes del trail runnnig y tengo fotos con Luis Alberto, Kilian, etc... pero de todos con los que he podido coincidir, incluidos los indios tarahumaras, Paco es el que más me ha impactado. Los records se batirán y vendrán mas y mejores corredores pros, pero aunque a todos nos gustaría ser como Paco de mayores... solo habrá un Super Paco.
Dentro de 20 o 30 años cuando cuente mis historias y batallitas, seguro que entre aquellas que hablen de aquel día cuando en el km 120 de tal carrera subí aquel collado de noche, entre rayos y centellas, se colarán y brillarán con luz propia las que hablen de Paco, porque como dije al principio, su huella será duradera.... hasta siempre Paco.