Barkley Marathons, la carrera mas loca del mundo

Dicen que es la carrera más dura del mundo, lo que no se puede discutir es que estamos ante un original disparate, como dice el vídeo oficial de la edición de 2015 es "la carrera que se come tu juventud" y es que a su creador Gary "Laz" Cantrell le gusta asociar un slogan de pegadizo humor sádico en el dorsal de los corredores en cada edición, del tipo “En qué estaría yo pensando”o "Barkley, donde los sueños van a morir"

 

Viene celebrándose desde 1986 y en estos treinta años tan solo 15 personas han podido terminarla, lo que supone un 1% del total que lo han intentado. En la edición de este año 2017, que tuvo lugar el pasado fin de semana, solo John Kelly logró acabarla por debajo del tiempo máximo de 60 horas, rozando el límite con 59:30:33, mientras que Gary Robbins se perdió y superó en 6 segundos el tiempo, protagonizando una de las entradas mas agonizantes y tristes que he visto.

 

La historia

En 1977 el asesino de Martin Luther King, escapó de la penitenciaría de Brushy Mountain State en Tennessee, donde se encarcelaba a los peores criminales al estar enclavada en medio de unas montañas con espesa vegetación, conocidas como el tercer muro de la prisión. Fue capturado 54 horas después a tan solo 14 kilómetros, ya que el terreno del parque de Frozen Head había cumplido su misión, imposibilitando la huida de tan mediático asesino.

 

Esta historia despertó años después en los dos organizadores, Laz Cantrell y Karl Henn la idea de una carrera de 100 millas a completar en 60 horas y que reviviera la fuga protagonizada por James Earl Rays, mezclando la resistencia con la orientación, ya que se realiza sin ayuda de sistemas de navegación por gps, tan solo se puede utilizar un mapa y una brújula para recoger las ansiadas hojas con el número de dorsal, que demuestran el paso por los distintos puntos de control.

 

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La carrera

Es mi desafortunado deber informarle que ha sido seleccionado para la Barkley Marathons, así comienza la carta que reciben los 40 "desafortunados" que cada año son seleccionados para tomar la salida. La carrera consiste en dar 5 vueltas a un circuito de 20 millas completando cada vuelta en 12 horas, por lo que el tiempo total es de 60 horas y el recorrido se supone que tiene 100 millas, y digo se supone porque el organizador afirma que incluso tiene más distancia, aunque se desconoce la longitud exacta.

 

El trazado se varía cada vez que alguien consigue terminarla, metiendo alguna colina más o aumentando su dureza. Solo se sabe que que se atraviesa la penitenciaría de la que escapó James Earl Ray, pasando por un antiguo túnel que conectaba la prisión con el exterior. El resto de la ruta se realiza a través de un bosque de vegetación muy densa y no hay sendas, con subidas y bajadas muy pronunciadas, siendo el desnivel acumulado de 18.300. Las reglas que rigen la carrera consisten en el siguiente cúmulo de despropósitos:

  • No hay una página web con información sobre la carrera, no se sabe en que fecha será, sino que cada uno debe buscarse la vida y conseguir la información necesaria para entrar en una lista de e-mail donde el corredor debe intentar ser aceptado mientras los veteranos de la prueba le cuentan historias falsas para desanimarlo. Hay que aportar un currículum de carreras finalizadas y una carta con los motivos por los que deseas realizarla.
  • El plazo de inscripción dura 5 segundos.
  • La inscripción cuesta 1 dolar 60 centavos, un centavo por cada milla.
  • No hay una hora fija para la salida, sino que existe un plazo de 12 horas en el que la carrera puede comenzar en cualquier momento, una cosa así como el salto de la verja en el rocío. Se hace sonar una concha y la carrera comienza a la hora siguiente, cuando su director de carrera se enciende un cigarrillo. Preguntado Laz Cantrell el porqué de esta costumbre, su respuesta fue: "pensaba que todas las grandes carreras empezaban de esa forma".
  • No esta permitida la ayuda por navegación gps, la orientación se debe realizar con mapa y brújula. Preguntado de nuevo el bueno de Laz sobre si la gente podría perderse, dijo "no creemos que se pierdan, simplemente no saben donde están con la precisión que lo suelen saber".
  • Los 11 libros por vuelta que contienen las páginas con el número de dorsal de los corredores y que éstos deben recoger como prueba de su paso por los puntos de control, los envían los propios corredores y suelen tener títulos tan motivadores como “Qué hacer cuando te sientes solo, perdido y sin ayuda”.
  • Los corredores no consiguen trofeos, es la Barkley la que colecciona trofeos, por eso la primera vez que un corredor la hace tiene que llevar una matrícula de coche de su lugar de origen y si acude más de una vez, tiene que llevarle al organizador algún artículo que le evite ir a la tienda, como una camisa o unos calcetines. El premio es que puedes dejar de correr.