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Garmin tuvo la cortesía de cedernos un modelo Fénix para testearlo durante la Travesía de Reyes en la que recorrimos 25 municipios en tres días.
Lo primero que notas al ponértelo es que es un reloj recio, más grande y pesado que el modelo 610 que suelo llevar habitualmente, pero su diseño redondeado facilita que tras un breve tiempo de adaptación te acostumbres al tamaño y te olvides de que lo llevas en la muñeca.
La segunda impresión cuando comienzas a trastearlo es que se trata más bien un reloj para senderistas o montañeros, ya que no viene con ninguna de las funciones de entrenamiento para corredor de otros modelos de Garmin, olvídate de virtual partner, virtual racer o training effect.
Cuenta a cambio con prestaciones más útiles para salidas a sitios remotos en la montaña, hablamos del altímetro barométrico, la brújula y la posibilidad de seguir tracks. Los botones para acceder a las distintas funciones son robustos y cumplen muy bien su función. La resolución de la pantalla es menor que en otros modelos de la marca pero es suficiente.
El manual que acompaña al reloj es un guía rápida de uso, que permite hacerse enseguida con las funciones básicas del reloj, pero que no detalla funciones mas avanzadas de las que no habrá forma de sacar partido sin hacer varios ensayos del tipo acierto-error o buscar información extra por la red, aunque el menú que incorpora en general es intuitivo.
El reloj permite su uso junto a otros accesorios como medidor de la frecuencia cardiaca, un podómetro para entrenamientos en el interior, un sensor externo de la temperatura (que corrige el error de lectura cuando lo llevamos en la muñeca, ya que se ve afectada por nuestro calor corporal) o el sensor de cadencia para la bici. Es sumergible hasta 50 metros y tiene una autonomía de 16 horas en modo GPS y de hasta 50 horas en el modo Ultratrack, que optimiza el uso del GPS a costa de reducir la grabación de los distintos puntos en uno por cada minuto de trayecto, con lo que los datos de la ruta grabada no serán tan precisos. En el modo reloj la autonomía alcanza las 6 semanas y en el modo sensor 3 semanas.
El barómetro de este reloj es lo que le da sin duda sus cualidades más montañeras, ya que permite predecir que se aproxima un cambio en las condiciones meteorológicas ante fluctuaciones repentinas en la presión.
Pero según vayamos ascendiendo o descendiendo en altura, la presión atmosférica varía, y aunque la precisión de la altitud con barómetro es mayor que con GPS, habrá que calibrar el barómetro de vez en cuando para que los resultados sean fiables. La marca habla de una calibración automática y aunque en efecto el reloj puede calibrarse con lecturas de la altitud en función del GPS y he notado una estabilidad en las mediciones de altitud en días en que el reloj no se ha movido, lo cierto es que tras una salida montañera en la que la presión atmosférica ha sufrido variaciones, la lectura de la altitud en casa ya me daba errores significativos.
Personalmente esta constante recalibración hizo que hace tiempo me decantase por relojes que hacían la lectura altitudimétrica por GPS, porque el error de altitud es mínimo y se puede corregir una vez que llegas a casa con un simple clic en el ordenador. No obstante el Fénix dispone de un método que puede avisarnos de cuando es necesario recalibar el reloj al tiempo de que obtenemos las lecturas de altitud con el GPS. Configura una de las páginas de campos de datos con la "altura GPS", cuando haya importantes variaciones de fluctuación con respecto a la altura barométrica, es que ha llegado la hora de recalibrar el barómetro. Hace unos años era más difícil disponer de la presión atmosférica en un lugar a una hora determinada, pero hoy en día obtenemos esa información fácilmente de cualquier web que nos ofrezca datos climatológicos.
Si te pierdes por la montaña sin duda la brújula será una aliada para orientarte. Si estas grabando la actividad con el GPS, puedes además encontrar el camino de vuelta con la función Tracback volviendo tras tus pasos, buena opción para recolectores de setas perdidos por el monte en un día con niebla. Es como ir dejando miguitas de pan al más puro estilo pulgarcito, salvo que aquí puedes estar seguro de que los pájaros no se comerán el pan y podrás encontrar siempre el camino de vuelta a casa.
Puedes seguir el track de alguna ruta desconocida que hayas metido, el reloj te avisará incluso si te sales del camino. Pero como hemos dicho anteriormente del manual, incomprensiblemente es bastante pobre. Por lo que para configurar esta opción haz lo siguiente:
- ve al menú "alertas/distancia/off course"
- selecciona la distancia a la que quieres que el reloj te avise si te desvías del recorrido (no poner menos de 20 metros, para evitar falsas alertas).
- selecciona "activar"
- en "notificación" selecciona el modo de alerta, vibración o tono/vibración.
Lamentablemente no hay posibilidad de configurar el reloj para que también nos avise al retornar a la ruta, por lo que tendrás que estar en la página de mapa para comprobar que has vuelto al camino correcto.
Me gusta mucho el acople que lleva el cargador del reloj, ya que es similar al modelo 610, pero a diferencia de éste la unión no es mediante un sopote magnético sino que dispone de una pequeña pieza que hace de pinza, por lo que la sujeción es mucho más estable. Esto se agradecerá bastante si tienes que cargar en marcha el reloj con alguna batería externa, ya que la sujeción magnética del 610 se desprende con facilidad en carrera, al margen de que todavía me cuesta entender eso de mezclar magnetismo y baterías, ya que son muchos años leyendo instrucciones de uso que desaconsejan el acercar cualquier imán a todo tipo de charraros eléctricos.
Esta pieza también nos permitirá conectar el reloj al USB del ordenador para la transmisión de datos, y también dispone de transmisión inalámbrica con tecnología ANT a otros dispositivos Fénix, GPS Garmin o smartphones. Podremos cargar por ejemplo un track que queramos hacer o descargarnos una ruta que hayamos realizado para poder verla con detalle en el Googel Earth.
La conexión al ordenador mediante el cable usb, junto a que las actividades realizadas se guardan en formato fit, hacen que como hemos dicho antes este reloj este más orientado a salidas a la montaña que a la realización de entrenamientos diarios, ya que la descarga de esa información al ordenador para su análisis se hace más engorrosa que con otros modelos de Garmin.
Para corredores de ultratrails, por su diseño, autonomía, resistencia y posibilidad de orientación, sería una muy buena elección para llevar en carrera. No obstante se echa de menos en el menú algún apartado específico para poder programar entrenamientos. Para entrenar a diario es un modelo que se queda corto, creo que dispone de la tecnología suficiente para que llevase incluidas funciones como virtual partner, virtual racer y training effect, presentes en otros modelos de la serie Forerunner de Garmin, y que harían de este modelo el reloj ideal para el corredor de montaña.
Es un reloj que complementa muy bien lo que ya tiene Garmin en el mercado, pero que no vale para sustituir completamente a otros modelos. Quizás sea una estrategia de marketing con objeto de que tengamos dos modelos distintos de reloj si queremos tener todas las prestaciones deseadas, pero creo que muy pocos bolsillos se lo pueden permitir hoy en día.
Lo que queda claro es que desde luego estamos ante un excelente reloj para salir con garantías a la montaña y que tiene muchas posibilidades de crecer en prestaciones de cara al entrenamietno en futuras versiones.
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