|
Allí estábamos los de siempre en la línea de salida, unos para hacer la I edición de Castellón-Peñagolosa de 115 km y los que veníamos de hacer la ultra Sierra de Tramontana tres semanas antes, correríamos la versión "corta" de 63km, la tradicional Maratón i Mitja de Penyagolosa. Estaba yo pensando que era curioso eso de ir a una carrera de montaña a Castellón de la Plana, cuando dieron la salida.
La carrera es bonita y permite correrla, no es una carrera técnica con un trazado exigente. Al salir de Castellón prácticamente a nivel del mar hacia Peñagolosa, que con 1.813 metros, es el segundo pico más alto de la Comunidad Valenciana, sólo superado en 26 metros por el Cerro Calderón, tiene más desnivel de subida que de bajada, aunque no se corona el pico, ya que la meta esta situada más abajo, en el Santuario de San Juan de Peñagolosa a 1.280 meros de altura.
Javier y yo nos adelantamos un poco al grupo que hacía los 115km para poder ir parando a grabar un poco por aquí y por allá como es nuestra costumbre, pensando que nos alcanzarían más adelante, pero viendo que nuestros amigos no aparecían decidimos esperarlos en el km 45, donde se separaban las dos carreras, para que Antonio que se había quedado acompañando al otro grupo no hiciese los últimos 20 km solo.
Tras desear suerte a los amigos de la CSP 115, nos dispusimos a afrontar lo que sería la etapa más dura y bonita de la carrera, un tramo con pino negro donde sufrimos la lluvia y nos acordamos de nuestros compañeros, esperando que les mejorase el tiempo de cara a la noche que se les echaría seguro encima.
La organización dice que ha sido la edición más dura de todas las que se han realizado (ya va por la XIV). La verdad es que el día fue bastante caluroso y hubo tramos donde se podrían freír huevos en las piedras y en la nuca roja por el sol de mi Amigo Antonio. Después, conforme nos acercábamos a Peñagolosa tuvimos lluvias intermitentes, que refrescaron el ambiente a cambio de complicar las bajadas entre piedras resbaladizas.
La organización en general estuvo bastante bien, con abundantes y variados avituallamientos, aunque hay gente que se quejó de falta de agua en algunos sitios. Yo no sufrí desabastecimiento en ningún momento (a excepción de coca-cola que es lo único que faltó), pero es cierto que es un error grave la falta de agua, se puede acabar todo menos eso. La organización pidió disculpas en su web, aunque aseguró que sólo se acabó en uno de los puntos de refuerzo cercano a un avituallamiento y que puntualmente en otro avituallamiento si faltó pero había isotónica.
No seré yo quien después de sufrir un problema parecido en Mallorca, porque allí si que iba en cola de carrera, no diga que este tema carece de importancia, creo que tienen el mismo derecho a comer y beber el último que el primero y no regalan las inscripciones precisamente, pero es verdad que esta edición se ha caracterizado por un calor descomunal y que mucha gente usó el agua para refrescarse la cabeza y también vi vaciar botellas llenas para recargarlas con agua "fresca". La verdad es que salvo este incidente, la organización en general fue bastante buena y se ve que este problema se debió a una incorrecta planificación en un día anormalmente caluroso, no desde luego a ahorrar unos eurillos en garrafas. Yo personalmente, calculo que pude beber de 8 a 10 litros.
La gente iba muy tocada por el calor, nosotros incluso tuvimos que asistir a un corredor que cayó desfallecido delante nuestra apenas a 10 metros de la meta. Se levantó en tres ocasiones para volver a caer otras tantas tras apenas dar unos pasos, hasta que finalmente se quedó clavado en el suelo y entre Antonio y yo lo cogimos cada uno de un brazo y lo llevamos en volandas entre nuestros gritos de ánimo y los del público hasta la línea de meta.
Esta novedosa categoría esta inspirada en la peregrinación que se viene haciendo a San Juan de Peñagolosa, en sandalias o descalzo desde el siglo XIV, cada último viernes de abril. Una auténtica novedad para el mundillo, ya que dispone de premios propios. Veremos si cuaja y en los próximos años se propaga como un virus a otras pruebas.
Yo pude Conversar un poco con Akihiro Ichimura, un Japonés que corría con sus barefood de cinco dedos, y en la carrera pudimos ver incluso a un valiente saltando entre piedras con los pies descalzos. Esta moda de correr descalzo o con zapatillas tan minimalistas que apenas consisten en un trozo de silicona o unas sandalias tipo romano, se ha visto ampliamente propagada por el libro de Christopher McDougall "Nacidos para correr", en el que culpa de todos los males del corredor a un invento del maligno: las modernas zapatillas de correr y su tecnología puntera.
Personalmente no me gustan los extremos, creo que habrá gente que le vaya bien corriendo descalzo y otra que necesite llevar amortiguación. Quizás me atrevería a probar esta modalidad por asfalto, o en pistas o sendas limpias, pero personalmente ver a alguien bajando descalzo entre afiladas piedras, me produce la misma sensación de horror que una patada en mis partes nobles. En fin... hay gente pa tó.
En esta edición se disputa el Campeonato de España de Ultratrail y participan dos tarahumaras, Silvino Cubesare Quimare y José Cruz Cleto Mancinas. El primero de ellos aparece en el superventas "Nacidos para correr". Esta tribu se caracteriza por correr con unas finas sandalias de goma de neumático atadas con tiras de cuero.
|