I Perimetral a Benissa 2012

I edición de esta nueva ultra en el panorama nacional. La experiencia no ha podido ser mas positiva, pese a que se trata de una prueba muy técnica, tanto por el recorrido escogido, con bastantes pasos donde hay que ayudarse de cuerdas y cadenas, como por el propio terreno rocoso por donde discurre la carrera.

 

Salida a las 6:00 de la mañana desde el pabellón de deportes de Benissa por un terreno fácil que para nada presagiaba lo que nos encontraríamos más adelante. La mañana nos sorprendió con unas maravillosas vistas del peñón de Ifach y más adelante comenzamos a pelearnos con las primeras cuestas pedregosas para acceder a la Sierra de Oltá, donde había un bonito paisaje de pino blanco.

 

Poco a poco nos fuimos acercando a la Sierra de Bernia y una vez bajo sus pies comenzó la parte dura, una cuesta pedregosa y vertical de acceso a la crestería y a continuación, subidas con ayuda de cuerdas y cresteo bastante técnico donde correr era una utopía, hasta coronar a 1.127 metros y deleitarnos con una bien ganada vista de la comarca y el mediterráneo, en compañía de una simpática pareja de buitres que nos miraban con deseo.  Ahora entiende uno que la organización manejase un tiempo de paso de 2h y 50 minutos para recorrer apenas 4km.

 

En este tramo tan técnico, había un momento dado en que se tenía una visión inquietante de lo que esperaba más adelante, cuando veías a gente subiendo por una larga pared que parecía casi vertical, aunque una vez en la base, la trepada pese hay que hacerla con bastante precaución, es por fortuna más asequible de lo que parece a priori.

 

 

Como muestra de a lo que nos referimos cuando hablamos de un crestreo técnico, dejo estas fotos realizadas por corredores. Merece la pena ampliarlas pulsando el icono que hay junto a la derecha de las miniaturas de las fotos, para ver todos los detalles.

 

Después se baja hasta el Fuerte de Bernia y aunque lo más difícil esta hecho, lo cierto es que aún quedan bastantes kilómetros incómodos para los pies por la naturaleza pedregosa de los enclaves por los que atravesaríamos. Poco a poco vamos descendiendo en dirección de vuelta a Benissa, atravesando el bonito núcleo urbano de Senija, donde sus buenas gentes nos agasajaron con un buen avituallamiento.

 

Las tres últimas ascensiones, aunque son bastante más modestas que lo que hemos dejado atrás, se pegan por los kilómetros y el tiempo que llevamos en ruta, además de que llegados a un punto tenemos la ciudad de Benissa a un tiro de piedra, pero debemos desviarnos para completar todavía bastantes kilómetros. Finalmente llegamos a Benissa, donde una última cuesta nos separa de nuestro objetivo y hay que apretar los dientes para sacar un poco de fuerzas, y entrar a meta con la satisfacción del deber cumplido.

 

La organización

Sólo decir que fue impecable, con una señalización del recorrido que podría haber seguido un ciego sin perro y sin bastón, simpáticos voluntarios por todos los rincones y complicidad con las gentes que nos ibamos encontrando por los lugares de paso.

 

Al finalizar la prueba las duchas estaban en la piscina municipal, por lo que el agua caliente que es un verdadero lujo en otras carreras, aquí no faltó y encima, podías disfrutar de un baño o relajarte en el jakuzzi.

 

Además había servicio de ludoteca para los más peques y el albergue municipal estaba a disposición de los foráneos. Por supuesto había bolsa de corredor, bebida y comida para reponer fuerzas, servicio de fisioterapia, un puesto de la Cruz Roja y traslado en autobús.

 

Quizás por poner un pero, no tenía mucho sentido que la organización repartiese el día antes los dorsales, pero no diese el chip a los corredores que se acercaron para retrasar un poco el madrugón. Salvo este detalle, la organización fue simplemente perfecta, por lo que sorprende que sea la I edición, se nota que toda la ciudad (toda la comarca diría yo) se ha involucrado en esta iniciativa del grupo de montaña margalló, al que hay que felicitar.