II Quixote Legend 2014

Modalidades de competición

Trail Race Stages

Hace tiempo que las carreras por montaña han proliferado por toda la geografía española, pero la modalidad por etapas es todavía algo cuya oferta es escasa y Quixote Legend promete ser una de las referencias en el futuro para este tipo de carreras, ya que cuenta con el apoyo de la Diputación Provincial de Albacete y eso se nota en la organización de la misma.

 

Se trata de una prueba de tres etapas en las sierras de Alcaraz y Segura con 154 kilómetros de recorrido y 8.220 metros de desnivel positivo acumulado, en el que los deportistas conviven y comparten estancia en vivac, disponiendo de una tienda con capacidad para dos personas pero de uso individual. La organización facilita también una bolsa de 100 litros de capacidad (más que suficiente) para que el corredor meta sus pertenencias, que le serán transportadas en cada etapa junto a su tienda, con lo que al finalizar cada etapa la tienda está montada y la bolsa dentro.

 

La Race Stages no es una carrera eliminatoria, si un participante decide no tomar parte en una etapa por las razones que fuesen, podrá salir a correr al día siguiente aunque, sin entrar en las clasificaciones finales, por lo que al no ceñirse únicamente al carácter competitivo, se crea el ambiente ideal para conocer a gente con las mismas inquietudes y hacer buenas amistades. La inscripción incluye servicio de comida, cena y podología, aunque la fisioterapia cuesta 10 euros. Hay una zona para recargar todo tipo de cacharros eléctricos como los móviles o relojes gps y al finalizar, además de la típica camiseta y medalla, la organización también regaló a cada corredor su tienda y bolsa.

 

Trail Callenge

Única etapa con una distancia de 50 km y 2.460 metros de desnivel positivos, por lo que es una buena opción para aquellos que quieran tomar un primer contacto con el ambiente de convivencia de este tipo de carreras planteadas en etapas de varios días.

 

Trail Series

Con tres etapas de menos de 20 km (53 km en total y 2.835 m+), puede servir a quienes quieran saber qué es eso de competir durante tres días seguidos, pero prefieran tantear primero distancias más asequibles.

 

La experiencia vivida

Primera etapa: Alcaraz-Villaverde del Guadalimar, 47 km y 2.400 m+

Llego el jueves por la tarde a Alcaraz y recojo el dorsal y la bolsa para meter todas las pertenencias, que la organización se encargará de ir trasladando etapa tras etapa junto a la tienda de campaña. Primera toma de contacto con otros corredores en la presentación de la carrera, cena y a la tienda a preparar las cosas para mañana.

 

La comida por lo general está bien, se basa sobre todo en pasta, arroz y ensalada y en la cena se complementa con proteína: pollo y pescado, aunque al ir pasando los días puede resultar monótona y quizás se echó de menos una sopita caliente, que hubiese venido de perlas el segundo día en el que tuvimos tormenta, aunque claro estando a principios de junio es complicado hacer previsiones de días fríos, pero siempre existe la posibilidad de escaparse a algún bar cercano.

 

Tras el desayuno, la primera etapa comienza algo más tarde que el resto, a las 09:00 horas en la histórica y monumental Plaza Mayor de Alcaraz. Trazado inicial facilón donde se rueda cómodo, hasta que empiezan a pasar los kilómetros y se sube la cumbre de La Almenara (1.798 m). A partir de ahí, cresteo técnico por la cuerda de La Almenara durante cuatro kilómetros. Allí coincido con una corredora que tiene la rodilla tocada y está pensando en retirarse, pero excepto en las bajadas donde su rodilla sufre más, se la ve bastante solvente. Después pista corrible perdiendo altura paulatinamente hasta la Presa de Zapateros (1.160 m), en el kilómetro 27 de la etapa.

 

El segundo Pico de la jornada es La Sarga (1.769 m), al que se asciende por la cara norte a través de un frondoso bosque por una senda espectacular. Arriba me encuentro a un corredor vomitando y le ofrezco ayuda, seguimos un rato juntos y en la cima (km. 41) hay un puesto de control de paso, donde me paro a hacerme una foto y a partir de ahí comienza una larga senda, al principio pedregosa, pero enseguida se torna bastante corrible, allí me vuelvo a encontrar con la chica que tenía problemas en la rodilla, finalmente va a poder terminar la etapa. Quedan 9 kilómetros y 900 metros de descenso hasta la meta en Villaverde del Guadalimar, a la que llego sin más complicaciones, ha sido un día reservón pensando en las etapas que quedan y he llevado un ritmo cómodo.

 

Al llegar al campamento, ducha y me escapo con Jose, mi vecino de tienda conocido como "Depepe", a un bar cercano donde caen tres cervezas por cabeza para hidratarnos de la jornada y un bocadillo de lomo de quitar el hipo. Más tarde, de vuelta en el campamento yo incuso cenaré un poco y a la tienda de nuevo a preparar las cosas para la mañana siguiente y a descansar. Le digo a mi compañero que se abrigue bien, porque el año pasado otros corredores decían haber pasado frío, puesto que es la única etapa donde se duerme al raso y pasa un río junto al campamento, con la consiguiente humedad. Lo cierto es que fue la noche que mejor dormimos, ya que los ronquidos no molestan tanto como en los pabellones deportivos y no hacen falta tapones para los oídos.

 

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segunda etapa: Villaverde del Guadalimar-Yeste, 57´5 km y 3.360 m+

Etapa crucial, la más dura de las tres y según decían la más bonita, como así pude comprobar. Como los avituallamientos quedan a 20 km y al final de la etapa de ayer pasamos calor, me llevo una tercera botella de agua. El planteamiento es el mismo del día anterior, reservar pensando en la etapa de mañana, que ya sería la última. Salida de Villaverde del Guadalimar a las 08:00 horas, para acceder al complejo turístico de “Las Salegas del Maguillo” donde comienza una bonita senda cuesta arriba que conduce al Calar del Mundo.

 

Impresionante robledal al llegar arriba, con líquenes y musgo en las cortezas, luego se desciende por la senda de “Las Lagunicas”, quedando a la derecha el increíble desfiladero del río Tus, justo en la vertical del “Estrecho del diablo”, con el lecho del río 800 metros más abajo. No puedo evitar parar a grabar en vídeo y hacer fotos una y otra vez, disfrutando de esos paisajes espectaculares. Luego viene una senda de bajada en la que cojo ritmo hasta el avituallamiento en Collado Tornero donde comienza el ascenso al Pico Mentiras (1.896 m) por otra senda imponente.

 

En este punto me doy cuenta de que me he deleitado más de lo deseable grabando los paisajes, ya que llego al avituallamiento con sólo 45 minutos de margen para el tiempo de cierre, y para llegar al próximo avituallamiento y punto de corte, tengo que ir deprisa, así que me mentalizo para darlo todo en los próximos 20 km o se me puede acabar la carrera aquí. Comienzo el vertical y largo ascenso tras Rubén, un corredor que creo que es de Asturias y entonces comienza a llover, al principio de forma moderada, pero en seguida la lluvía es fuerte y llevaremos durante horas las zapatillas mojadas.

 

Sacamos los impermeables y aunque no suelo hacerlo, me pongo música para evadirme un poco e intento mantener el ritmo de subida en esas condiciones, pensando en lo justo que voy de tiempo. Según ascendemos la lluvia se torna en granizo y la tormenta coge toda su intensidad con rayos incluidos y eso sí que me preocupa, esto se empieza a poner serio. Rubén me comenta que ha caído un rayo muy cerca y apagamos la música. Yo miro de reojo los bastones con su punta metálica y como caiga otro rayo allí se quedan.

 

Llegamos al sitio donde la organización tenía previsto un recorrido alternativo en caso de que las condiciones meteorológicas no fuesen buenas, pero como vamos de los últimos y nos ha cogido a nosotros arriba la tormenta en todo lo suyo, los voluntarios nos dicen que el recorrido es el inicial. Detrás nuestra vienen algunos corredores, pero ya a otros más retrasados se les ha impedido el ascenso, quedando fuera de carrera. Poco después llegamos hasta donde se encuentra un coche de Protección Civil, les preguntamos si el Pico Mentiras es el que vemos más arriba, pero nos dicen que no, que es el siguiente, que no se ve porque lo tapa la niebla, todavía nos quedan dos kilómetros de subida. Si hubiese llegado a este punto solo me hubiese subido al coche y ahí se acaba la carrera, pero Rubén decide seguir y hago mío eso de "donde fueres haz lo que vieres" y le sigo cumbre arriba, aunque él se adelanta un poco y ya no lo volveré a ver hasta el siguiente avituallamiento.

 

 

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Corono y me encuentro un voluntario muerto de frío, que me pide que le cierre la navaja porque no siente los dedos, le ayudo y continúo solo el cresteo, donde el granizo ha cuajado y empieza una bajada vertical y técnica entre rocas mojadas. He empleado un poco más de 2 horas en subir y dispongo de menos de una hora para llegar en tiempo al avituallamiento, pero estando sólo y en condiciones tan desfavorables decido no arriesgar, una torcedura de tobillo o algo más grave y me quedo pajarito. Así que me tomo mi tiempo para lidiar con barrancos y rocas, hasta que pasados los kilómetros y descendido en altitud, el terreno se convierte en pista y puedo correr, aunque hay tramos embarrados que lo dificultan un poco.

 

Aquí coincido con Manuel "el correcaminos", un veterano que siempre entra en meta con una bandera que le hicieron sus vecinos y lleva tatuado al mencionado bicho en uno de sus gemelos. Nos viene bien porque vamos tirando el uno del otro y hacemos varios kilómetros rápidos con la esperanza de que hayan dejado un margen en el tiempo de paso debido a las condiciones a las que nos hemos tenido que enfrentar, ya que el reloj hace tiempo que no lo cumplimos. Llegamos al segundo avituallamiento con 45 minutos de retraso, justo cuando están retirando la alfombra de control de paso, 1 minuto más tarde y quedamos fuera. Tras avituallarnos un poco y recuperar el resuello de los últimos kilómetros, tenemos tres horas para llegar a meta a meta en tiempo y todavía nos faltan 17 km.

 

En el avituallamiento quedamos unos 6 corredores y yo me quedo el último porque prefiero dedicar unos minutos a organizar la mochila para no tener que parar después y salgo solo. Afronto una primera subida y al llegar arriba me coge el corredor escoba, voy cerrando la carrera. Enseguida alcanzo a los otros corredores y nos vamos alternando al escoba, los kilómetros van pasando y me animo un poco porque hemos metido buen ritmo y ahora veo factible llegar en tiempo, hasta que llegamos a los pies del Pico Ardal (1.420 m.) y una subida vertical "killer total" nos vuelve a romper el crono, después de llegar a las antenas comienza el descenso y podemos ver localidad de Yeste, enclavada en el margen izquierdo del valle del río Segura, volvemos a coger ritmo, aunque por hacer unas fotos yo me quedo un poco atrás del grupo y entro en meta penúltimo, en esta etapa lo he tenido que dar todo y me asaltan dudas sobre si mañana me pasará factura.

 

Al final la tercera botella la he paseado durante 57 km y mañana también la pasearé durante 50 km más, pero prefiero que me sobre a echarla de menos. De vuelta a la tienda, aunque a "Depepe" y a mí nos atrae la idea de escaparnos de nuevo a por unas cervezas, el polideportivo queda un poco retirado del pueblo y no nos apetece ir andando después de la paliza de hoy, así que cenamos y nos vamos a la tienda, pasando la peor de las noches, posiblemente por el cansancio de la jornada, aunque finalmente consigo dormir.

 

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tercera etapa: Yeste-Riopar, 49´5 km y 2.460 m+

Despierta Jorge... es lo que oigo a las 6:25 de la mañana, un poco tarde ya, con los tapones si no me avisa mi vecino de tienda, esta tercera y última etapa empieza sin mí. Hoy se nos unirán algunos compañeros que viene a hacer la Trail Challenge, la carrera open de un solo día. Cuando comienza la carrera no tengo buenas sensaciones y la primera subida me cuesta y se me hace larga, pero tras el primer avituallamiento comienza un bonito ascenso con pozas de agua que conduce al techo del Calar del Mundo, el Pico Argel (1.698 m.) y empiezo poco a poco a encontrarme mejor hasta que cojo un buen ritmo de subida. Hoy también comienza a llover por lo que hay que sacar de nuevo el impermeable, pero esta vez la lluvia es suave y los pies se mantienen secos. Esta etapa empiezo mentalizado desde el principio con cumplir el reloj, no quiero despistarme como ayer y luego ir estresado con los tiempos, así que reduzco mucho el hacer vídeo y tomar fotos.

 

En el control de paso del Argel está el mismo voluntario que ayer se moría de frío en el Pico Mentiras, pero esta vez esta resguardado del viento dentro de una tienda de campaña. Comienzo el descenso en el que no paro de trotar hasta llegar al Paraje de Los Chorros del río Mundo, de ahí subimos por el Puerto de El Arenal hasta el segundo avituallamiento, al que llego con casi 50 minutos antes del cierre, lo que me da tranquilidad para afrontar los últimos 10 kilómetros antes de meta.

 

Afronto el último duro ascenso hasta la cumbre del Pico Padroncillo, conocido popularmente como Pernales. El descenso hasta Riópar al principio es técnico y para lo poco que queda no quiero caerme ahora, así que me tomo mi tiempo y como me sobra vuelvo a retomar lo de hacer fotos. A eso que veo venir por detrás a Manuel "el correcaminos", que llega tocado como muchos de los corredores de la rodilla y seguimos juntos, a cuatro kilómetros de meta ya se puede correr bien, pero Manuel no puede más que trotar un poco y le acompaño, total ya huele a meta.

 

Yo me siento muy bien y a falta de dos kilómetros decidimos que me adelante para grabar su llegada a meta con la bandera, así lo hago, corriendo con bastante alegría esos últimos kilómetros y entrando en meta con la gran satisfacción de haber terminado mi primera carrera por etapas, cosa que vi peligrar el día anterior. Espero a Manuel para grabar su entrada y tras saludar a "Depepe" que ya había llegado, me voy a la ducha, recogemos nuestras cosas y un autobús nos devuelve a Alcaraz, donde comenzó nuestra aventura y tenemos los coches para volver a casa.

 

Los protagonistas

En la primera etapa, los ganadores del año pasado José Irurozqui e Inmaculada Tonda volvieron a vencer, pero bajando las marcas del año anterior en 25 y 50 minutos respectivamente. En la segunda etapa Juanjo Larrotcha se impuso al portugués Pedro Marques al sprint por diez degundos y Xari Adrián fue la primera de las féminas, abandonando por lesión José Irurozqui.

 

En la tercera y última etapa ganó Antonio José Suarez Fernández. El Tarahumara Silvino Cubesare llegó segundo, aventajando en 14 minutos al tercero de la etapa Juanjo Larrotcha y al cuarto Pedro Marqués, aunque la diferencia obtenida no fue suficiente, ya que sumando las etapas anteriores el vencedor de la Quixote Legend de esta segunda edición fue por sólo tres segundos frente a Silvino, Pedro Marques. Juanjo Larrotcha consiguió una magnífica tercera posición (segundo de su categoría) y la vencedora en fémeninas fue Xari Adrián, segunda Yolanda Valiente y tercera Monica Aguilera.

 

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Sergio de RaidLight
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Un servidor con los Tarahumaras

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Los chic@s del Club Trail Albacete
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Super Juanjo Larrotcha

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Jose "el Cartagenero"
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El Pirata del Trail "Depepe"

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El Equipo de Ultratrails.com
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Manuel "el correcaminos"

 

Todas las fotos en este enlace y la crónica de la edición de 2013 aquí.