II Ultra Trail Sierra Norte 2014

Llego con Pedro y Javier el viernes entre un abundante aguacero a Sevilla temiendo por lo que nos encontraríamos a la mañana siguiente y aunque al final tendríamos suerte con la lluvia en carrera, la prueba se hizo más dura de lo que esperábamos porque las lluvias de los anteriores días habían convertido en un barrizal parte del recorrido, así que la cosa tuvo su dosis de aventura, ya que atravesamos constantemente riachuelos y fue imposible mantener secos los pies durante mucho tiempo.

 

Javier y yo haríamos el recorrido juntos y Pedro que se lo va a tomar con más clama irá a su ritmo. Se hizo una salida "neutralizada" desde Castilblanco de los Arroyos, aunque al no pararse el pelotón me pareció una salida de las de toda la vida y seguimos con un ritmo constante hacia la Ermita de San Benito, donde se encontraba el primer avituallamiento y el único tramo del recorrido por donde se volvía a pasar por la misma pista de ida y de vuelta.

 

Poco después dejábamos la pista por una senda con algo de barro en dirección a la presa de los melonares que se veía bajando a lo lejos. Se trata de una Sierra baja, sin grandes altitudes, pero muy verde y bonita, con mucha agua y espectaculares cortijos andaluces, un bonito rincón para conocer.


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Fuimos rodeando el pantano de nuevo por una pista cómoda y atravesando los arroyos que nos encontrábamos, el mayor de ellos ya sobre el avituallamiento del km 52, cuya corriente infundía respeto. Por esa zona andaba el Dolmen de Los Palacios y un poco más adelante se dejaba la pista para hacer un recorrido tortuoso y que acababa en un duro cortafuegos antes del control sorpresa que habían puesto en el avituallamiento para quien hubiese tenido la tentación de seguir por la pista y evitar el cortafuegos.

 

La meta para la distancia de 75 km en Almadén de La Plata quedaba ya cerca y allí los que hacíamos los 105 km, podíamos recuperar fuerzas y cambiarnos de ropa para afrontar la noche que nos cayó a nuestra llegada al pabellón de deportes. Caldito caliente, cambio de zapatillas, calcetines, ropa, más comida y a seguir el camino, que en la vuelta hacia Castilblanco se hace por parte del camino que va de Sevilla a Santiago, la conocida como Vía de la Plata o Camino Mozárabe.

 

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La pista que sale de Almadén es cómoda y con el cambio de zapatillas tengo los pies secos, todo un lujo después del día que hemos llevado... pero lo bueno durará poco, sólo los 12 km que distan hasta el siguiente avituallamiento, donde el frío comienza a apretar fuerte y nos metemos por una "senda" que más bien parece un pantano venezonalo. Con cada paso te hundes hasta los tobillos en el barrizal y en los zapatos me entran constantemente piedrecitas, ramitas y de todo, que aguanto como sea porque no son de gran tamaño y quitarte los zapatos no es una opción.

 

Encima vamos paralelos a la carretera, por lo que tener el asfalto tan cerca lo hace más duro psicológicamente, menos mal que este tramo se encuentra ya al final de carrera y huele a meta, porque de haberlo encontrado antes mucha gente se hubiese retirado en Almadén. Creo que ya avanzada la madrugada permitieron a la gente ir por la carretera y evitar los 12 km de lodazal.

 

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Llegados al último avituallamiento ya sólo restan 5 km hasta meta por una pista cómoda y en su mayoría bajando, así que ya esta todo hecho, llegamos a Castilblanco a la 1 de la madrugada, tras 16 horas de disfrutar esta sierra y pelearnos con el barro. Bonita carrera para el recuerdo, aunque el destino todavía nos aguardaría una sorpresa en casa ya que el calentador se había apagado y no nos pudimos dar una reparadora ducha de agua caliente, aunque ésta ya es otra guerra que tenemos perdida... no se puede ganar siempre.

 

Todas las fotos aquí.