Ultra Sierra Nevada 2015

Afrontamos de nuevo Pedro y yo esta ultra como preparación al UTMB, pero debido a que hace tres semanas que corrimos el Gran Trail de Peñalara, esta vez me he apuntado a la distancia corta de 63 km, que afrontaré junto a otros dos amigos, Raul que también se viene al UTMB e Israel, al que le empieza a picar el gusanillo de las ultras. Pedro como no pudo terminar Peñalara va a intentar hacer los 103 km, por lo que irá a un ritmo más lento.

 

850 corredores en línea de salida, pero esta vez nos situamos bien porque sabemos que en el casco histórico habrá tapón y salimos más rápido de lo que me gusta. Raúl e Israel van tirando de mí, pero yo no me siento muy bien, arrastro cansancio y encima hemos cenado muy tarde y tengo la pizza dando saltos, aguanto como puedo, pero tras pasar el primer avituallamiento veo que hoy no es mi día y que no voy a poder seguir el ritmo, así que les digo a mis compañeros que sigan ellos, ya que si me imponen su ritmo se que no llegaré a meta.

 

En cuanto se van me ladeo de la carrera, busco un rincón y soluciono el problema diciéndole adiós a la cena en mitad del campo, siento alivio pero el vomitar me ha dejado sin muchas fuerzas, me planteo una retirada en el kilómetro 13, pero como me ocurriría en Peñalara la visualización de lo que me va a esperar en el UTMB tira de mí, me imagino que estoy en el km 130 del UTMB, que me quedan 50 km y que posiblemente a esas alturas vaya igual de tocado y me asalta una pregunta ¿puedo seguir en estas condiciones?... y decido comprobarlo.


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Con más pena que gloria voy pasando la noche, voy perdiendo posiciones kilómetro tras kilómetro, lo que no es buena señal, pero cuando amanece recobro un poco de energía y en la bajada al control de Quéntar en el kilómetro 42, voy adelantando y cojo buen ritmo. Las fuerzas me vuelven a abandonar en el mortal cortafuegos, aunque a esas alturas al menos ya voy defendiendo la posición y no me siento tan tocado, hasta que llego al penúltimo avituallamiento en el km 51, donde el calor ya hace acto de presencia y tras unas 10 horas de pelear por seguir en carrera me planteo retirarme, porque considero que ya es un buen entreno y no quiero desgastarme mucho en las condiciones en las que me veo, se que castigarme en exceso a estas alturas es arriesgarse a una lesión.


Sin duda la decisión inteligente hubiese sido una retirada, pero el tener la meta a 12 km y saber que puedo llegar me hace seguir, tengo más amor propio y orgullo que sentido común y lo paso regular en la última subida, mucho calor y pocas fuerzas, pero cuando hago cumbre se que he llegado al punto de no retorno, ya solo queda bajar hasta meta. Al principio de la bajada no puedo ni correr, pero poco a poco voy trotando y acabo cogiendo un ritmo bueno, adelantando de nuevo corredores y entrando en Güejar-Sierra con 12 horas, donde me esperaban Raúl e Israel, que habían hecho un par de horas menos.


A mi llegada a meta los pro ya habían terminado los 103 km. Pau Capell que ganó carrera y Spain Ultra Cup, detuvo el crono en 12 horas y 12 minutos, casi nada. Sonia Escuriola sería la primera fémina en llegar a meta en 16 horas. En cuanto a la distancia corta la ganaron el granadino Francisco Mendoza y la australiana Malena Lutz.


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Fotos y vídeo de la organización de la Ultra de Sierra Nevada.