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Dice el refranero popular que cuando marzo mayea, mayo marcea, y en este puente de mayo en el que ha tenido lugar el Ultra Trail de Alcaucin en la Axarquía, no ha habido suerte con el tema meteorológico, pues los pocos valientes que nos acercamos a la línea de salida nos encontramos un día lluvioso y con niebla cerrada.
Las condiciones climatológicas de la pasada edición a finales de noviembre de 2016, llevaron a la organización a buscar un mes más benigno para la edición de 2017, pero 5 meses después la mala suerte ha querido que se repitiesen las condiciones de frío y mal tiempo.
Siempre digo y no me canso de repetir, que no entiendo como se sigue sin exigir como material obligatorio llevar el track grabado en el reloj gps o en el móvil, máximo en un día con niebla. La organización lo recomendó en la reunión informativa previa a la carrera y suministró a cada corredor una baliza para el seguimiento de la posición por gps en carrera.
Pese a las advertencias previas, ya desde el comienzo hubo grupos que sin llegar a perderse, tomaron caminos equivocados y tuvieron que dar la vuelta en algún que otro momento. Yo que participaba en el trail de 60 km, en la modalidad de equipos con mi compañero Javier, me encontré en el Pico de la Maroma a 2.100 m de altitud, con viento, lloviendo y con una sensación térmica por debajo de cero, a gente en pantalones cortos, tiritando y que debido a la niebla no encontraban las señales. Nos reagrupamos y tirando del track que llevaba en el reloj los bajé hasta el siguiente avituallamiento... no quiero pensar que hubiese pasado si no llevo a llevar el track, porque no era fácil encontrar las balizas en la cima en medio de la niebla.
Incluso mi compañero que iba bien abrigado se resintió del frío y me comentó que no se veía con fuerzas para subir por segunda vez a La Maroma, así que le dije que no se preocupase, que al llegar al pueblo de Sedella nos retirábamos, ya que de todas formas la niebla no nos estaba dejando disfrutar de los paisajes de la Axarquía.
Luego al bajar altitud y disminuir el frio Javier se animó un poco más y me comentó que cuando se cambiase de ropa en Sedella se pensaba lo de continuar, pero al llegar al pueblo nos encontramos con la sorpresa de que no había cambio de ropa. En esta ocasión la culpa fue mía. ya que al leerme el reglamento vi que había una bolsa con la muda para un punto intermedio, sin percatarme que el reglamento era común para el trail de 60 km y la ultra de 100 km, que era la única carrera con bolsa a mitad de recorrido, asi que la bolsa que dejamos al retirar el dorsal nos esperaba en meta y el golpe psicológico de no poder cambiarse hizo que Javi desistiera de continuar y abandonamos. Finalmente solo 12 corredores llegaron a meta en el trail y otros 12 en la ultra, que de nuevo en su tercera edición tuvo que ser acortada de 100 a 70 km.
Al día siguiente en cambio amanecimos con un estupendo día soleado, que nos descubrió la verticalidad de una sierra de pueblos blancos pegada al mediterráneo, cuyos paisajes, pese a que no nos fueron revelados sospecho magníficos. No obstante disfruté la experiencia de un día complicado y me ha picado el gusanillo de la Axarquía, por lo que es muy probable que vuelva en la próxima edición.
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